Con y como
XV Antiguamente, el que sabía practicar el Tao era sutil, flexible, profundo y comprensivo. Tan profundo que no se le podía conocer. No pudiendo conocerle, solo podemos describirlo vagamente. Diciendo: Con mucha indecisión, como si alguien en invierno atravesara un río con hielo fino; con mucha preocupación, como si alguien temiera ser rodeado y atacado por los países vecinos; con mucho respeto, como si alguien hubiera sido invitado; con mucha debilidad, como si el hielo empezara a derretirse; con mucha sencillez, como si fuera un tronco; con mucha confusión, como si fuera agua turbia; con mucha amplitud, como si fuera un valle. Aunque el agua es turbia, después de reposar se aclara poco a poco. Aunque esté en reposo, cuando se mueve crece poco a poco. Quien conserva este Tao no persigue la plenitud. Así conserva lo de siempre y no persigue la novedad. (Tao Te King, Lao Tze) Photo by Tom Barrett on Unsplash