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El tiempo de los sueños

Uluru

Hay días que son así.
Días de no-hacer, de ritmo lento, de dormitar, de ensoñar.
(Vaya, que hace un calor demoledor)

El tiempo de los sueños.
Esto es algo que encontré por casualidad. Navegando un día de sueños.
El tiempo de los sueños es la manera en que los aborígenes australianos explican la creación del mundo.

El Gran Espíritu sueña con el aire, el fuego y la lluvia. Y en el sueño aparecieron el mundo, el cielo, la tierra y el mar.

Parece que el aburrimiento es un buen aliado. El Gran Espíritu necesitaba meter algo de acción en su sueño: decidió soñar con la vida y los Espíritus Creadores. Soñó con un pez al que le dio el secreto de soñar. Este es el comienzo del sabio arte de delegar, que siempre ha de empezar transmitiendo el secreto.

Este pez vio en sus sueños las olas y el mar, pero pronto llegó a la conclusión de que esto no era lo suyo. No entendía nada y decidió transmitir su secreto a la tortuga.
La tortuga no tuvo más suerte: soñaba con rocas y sol. Hay secretos que es mejor dejar ir. Así hizo la tortuga y compartió el secreto de los sueños con el lagarto.
El lagarto andaba bastante satisfecho sintiendo el sol en su espalda y soñar con el viento y el cielo supuso un quebradero de cabeza. Le dio su oportunidad al águila.
El águila soñó con árboles y cielo nocturno, queriendo solo cielo abierto y viento. Pensó en la zarigüeya.
La zarigüeya, feliz en la frondosidad de la noche, comenzó a ver en sueños grandes extensiones de tierra amarilla. No entendía nada. Le pasó el secreto de los sueños al canguro.
El canguro soñó con música, cantos y risas. Y no entendió nada.

Así es como llegó el secreto de los sueños a los hombres. Soñaron todos los sueños: viento, olas, llanuras, árboles, cantos, risas…

Los hombres comprendieron los sueños y los transmitieron a sus hijos. El Gran Espíritu pudo descansar.

(Foto de la montaña Uluru, lugar donde descansa el Gran Espíritu. Por: http://beautifulplacestovisit.com/mountains/uluru)