Somos esencialmente «creadores de soluciones» para nuestra vida. Algunas veces no conscientes, otras sí.
A la hora de aportar soluciones necesitamos las emociones y el sentimiento.
Las emociones no nacen sino que son parte de un sistema automatizado que nos permite reaccionar ante el mundo de forma inmediata, sin pensar, con el cual venimos dotados desde el nacimiento.
No aprendemos las emociones. Lo que aprendemos es a conectar un objeto (o hecho) con ellas.
Las emociones alcanzan sus objetivos al generar acciones. Y son esas acciones las que acaban generando sentimientos.
Hay emociones que proporcionan creatividad y energía y otras que nos llevan a situaciones de pánico.
Buenas noticias, sí podemos cambiar nuestra interpretación de una emoción. Podemos modificar la acción y así también el sentimiento final.
Respecto a estas reflexiones sobre emociones, sentimientos, quebraderos de cabeza… recuerdo este artículo que escribí hace un tiempito y que puede que vaya unido a este otro.