El blog de la mano que piensa

El corazón libre

Corazón libre

Mi corazón siente sin más y no lo puede evitar.
Mi corazón tiene un jefe terrible: mi cabeza.
Mi cabeza organiza, juzga, esconde, disfraza, aprueba o rechaza  a mi corazón.
Mi corazón y mi cabeza no se llevan bien. Cada día surge un conflicto.
Mis vísceras se estremecen y llaman al orden. Son la voz de alerta: esto no puede seguir así.

Mi cabeza se ha llenado de ideas, creencias, proyectos.
Se ha hecho con el poder y se le ha subido a la cabeza.
Ha sido necesario intervenir:
Meter la cabeza en el corazón. (Te quiero cabecita mía y te limpiaré cada día.)
Poner el corazón en la cabeza. (Corazón, eres libre para sentir lo que quieras.)

Y hacerlo todo de corazón.

 

1 Comment

  1. Pingback: Lo siento, perdóname, gracias, te amo - La mano que piensa

Comments are closed.